martes, noviembre 13, 2007

Cosas que pasan

Me da la impresión de que últimamente este blog se ha vuelto un poco pesimista, y que no hago más que quejarme. Pues bien, de momento voy a seguir en la línea. Ya siento yo aburrios con mis conflictos laborales, pero es mi vía de escape, mi desahogo...
La escena que voy a contar, bien la podrían relatar mil y un pediatras, y yo mismo unas cuantas veces.
La cosa suele ser así (y en este caso concreto fue así): veo una niña de 2 años por fiebre de 38,5 º C, tos y mocos. Tras una anamnesis detallada y una exploración cuidadosa (quizá no tanto, pero bueno, voy a darme un poquito de importancia) llego al difícil diagnóstico: catarro de vías altas. Y recomiendo lo de siempre: lavados con suero, antitérmicos, observación...
Cuatro días más tarde (hoy) viene la madre con una radiografía en la mano y cara de malas pulgas. Sin que te digan nada, los que empezamos a estar curtidos, nos sabemos la historia: le han diagnosticado una neumonía en el hospital. ¡Bingo!
Entonces, tranquilo, no hay nada que hacer. No sé si merece la pena desgastarse en explicaciones. A veces me da la impresión de que lo mejor es pedir perdón a la madre y arremeter contra ti mismo: "perdone, señora, no sé como he sido tan cazurro de no haberle sabido detectar la neumonía a tiempo, demos gracias a Dios de que todavía los hospitales están plagados de buenos médicos que ponen remedio a nuestras taras asistenciales".
Pero hoy he intentado defenderme. Le he explicado que los procesos llevan una evolución; que lo que ahora es un catarro puede ser más tarde una neumonía, pero todo en vano. No os lo vais a creer (sobre todo los que seáis médicos), pero la madre me ha dicho convencida y sin titubear que cuando un niño tiene fiebre, tos y mocos hay que hacerle una radiografía. Me he ido rápidamente a la historia, y le he repasado cada uno de los procesos en los que había tenido fiebre, tos y mocos, no se le hizo una radiografía, y ha salido adelante. Pero tampoco han servido para quitarle la idea. Ella lo tiene muy claro: la próxima vez le haré una radiografía, ¡vaya que si se la voy a hacer! Entonces me he rebajado, y le he insinuado que tal vez tantas radiaciones ionizantes no sean muy beneficiosas en un futuro para su hija; pero nada era capaz de aplacarla. Aunque yo tampoco me he achantado. Y sin ninguna vergüenza le he comunicado que a la vista de la radiografía (patrón intersticial) y de los resultados analíticos (8600 leucocitos, con una fórmula norma y una proteína C reactiva negativa) todo orienta a que se trata de una neumonía de origen vírico (que de hecho es la causa más freucente), y aunque en general todos los pediatras seguimos pautando antibiótico en estos casos (práctica susceptible de crítica y reevaluación) la niña habría mejorado sin necesidad de radiografía ni de tratamiento.
"Pero es que usted no le manda nada, y todo el mundo sabe que un catarro mal curado puede terminar en una neumonía.
En fin, como veis yo seguía mi lucha, esa que hace un tiempo decidí abandonar, pero que me sigue costando hacerlo, por el gran deseo que tengo de búsqueda de la verdad y de aplicar a mis pacientes los mejores conocimientos y más actualizados por el bien de su salud.
También gracias a los años de experiencia he sido testigo de que la mayoría de las veces los padres son sensatos, y entienden que no se puede radiar a un niño al primer moco, y comprenden que estas cosas pueden pasar.
Hay un remedio para esto, por si alguien lo quiere emplear, y que funciona. Siempre que vengan con fiebre, tos y mocos se les puede nombrar que ahora mismo no hay datos para pensar que tenga una neumonía, pero que si no evoluciona bien habrá que plantearse la necesidad de hacer una radiografía, porque existe esa posibilidad.
Pero no os penséis que aquí me paso el día refunfuñando y regañando con padres y madres. Desde hace unas semanas tengo una consulta tranquila donde puedo ejercer bien la pediatría. Y donde puedo prestar la atención que se merecen algunos niños, como los asmáticos.
Y también me ocurren cosas graciosas, como esa madre que me advirtió de que a su hijo el asma le vino como consecuencia de un catarro mal curado (por supuesto que se fue con flumil, no vaya a ser que le dé ahora una disfunción de cuerdas vocales por mi culpa).
O la que me pidió que le recetara el fármaco bueno, no el "genético" (por genérico).
O esa otra madre, que llegó agobiada al centro de salud, llorando porque su hija se había metido una pipa en la nariz. Cuando la intenté tranquilizar me comentó agobiada: es que me da miedo que se le suba al cerebro...
En fin, cosas que pasan.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Cosas así nos ha pasado a todos y por éso he llegado a la conclusión de decirle a los padres: "Si con los lavados y los antitermicos no mejora en 24-48h o le sube la fiebre....lo acercan al hospital y que le den otro vistazo"

Hay mucha gente en la puertas de los hospitales que lo clasifican y diagnostican todo y dejan al Pediatra del Centro de Salud de "burro total" y éso no es así.

Anónimo dijo...

Soy estudiante de 6º de medicina y ahora mismo estoy rotando por urgencias de pediatría. Entre otras cosas, una de mis funciones es dar el informe y las recetas a los padres, y explicar precisamente eso: que un catarro de vías altas puede convertirse en otras muchas cosas, que en el momento del diagnóstico es un catarro de vías altas pero que en 24-48 horas el niño tiene que hacer control con su pediatra, para que éste vea la evolución. Por ahora todo el mundo lo ha entendido y nadie ha pedido ninguna radiografía, ¡toquemos madera!

Citopensis dijo...

Yo soy R2 y por lo tanto hago guardias en un hospital... lo primero que me dijeron es que si la puerta está así es porque el pediatra de zona no puede más, que cuidado con ir de listos porque arrieritos somos, así que respeto... la gente viene al hospital pensando que les atiende un pediatra de "hospital" y se encuentra con residentes que hacen lo que pueden y preguntan a quién encuentran (con el tiempo te manejas, el problema ahora en estas fechas es que después de 6 horas de espera los padres están menos manejables...). Deberían considera mucho más a los pediatras de "cabecera" que ellos ya han sido pediatras de hospital como nosotros... y saben como mínimo el doble de lo que sé yo (o cualquiera que se me asemeje). Ni placas ni leñes... que yo al fontanero no le llevo la tubería rota días después de que él me haya hecho la revisión para decirle "yo de esto también sé".

Natho47 dijo...

Pan de todos los días el lidiar con este tipo de pacientes que piden rx y antibióticos por todo.

Anónimo dijo...

Veamos. Yo como pediatra de hospital coincido 100% con vuestras opiniones, aún visto desde mi perspectiva ("urgencias" de hospital) y sin ánimos de querer disculparnos. En efecto, suele suceder que tras varios días de fiebre, tos y mocos un niño se lleve la placa... y que el diagnostico sea de infiltrado (igual a neumonía), situación ciertamente frecuente con el consiguiente cabreo de algunos padres hacia su pediatra. La culpa, nuestra, por muchos motivos: no añadir en nuestras informaciones que las cosas son así y bla, bla, bla. Y también culpa de esta especie de educación divulgativa (TV, revistas)trasmitida a la población que hablan de todo tipo de chorradas, que juegan con el morbo de las negligencias médicas, etc y que contribuyen a la denominada pseudocultura de los incultos.
Continuo... mi actitud: ANTES DE PLACA, si hay justificación, ANALITICA... ¡¡¡Horror!!! ¡¡¡Va a pinchar usted a mi hijo!!!... si, señora... ¡Yo venía a por una radiografia! ... le explico, bla, bla, bla, pero, tras perder un tiempo precioso, a muchos padres(incultos pseudocultos) no les convenzo y se llevan la placa... y el antibiótico.
En definitiva, alguien decia en vuestro foro que "no faltan pediatras sino que sobran pacientes (padres de) ineptos "... o algo parecido. Estoy de acuerdo.

Noname dijo...

Genial tus historias, me encanta leerte.

:-D

Das ánimos a los que estamos empezando aún ene sto.

Nebulina dijo...

En lo que me queda de carrera, más que patología tendré que aprender a lidiar con los pacientes...que paciencia :S
Un besazo!

Anónimo dijo...

Hola...Hace un tiempo que voy leyendo tu blog. Estoy estudiando el MIR, con la intención (si la nota me lo permite) de hacer pediatría.
Quería comentar una situación que ví rotando por urgencias pediátricas en 6º de carrera: Una madre llega con su hijo de 4 años, asmático conocido, porque, según ella, "el niño hace 2 meses que está con un ataque de asma". La pediatra que antendió al niño y a la madre, comprovó que no tenía ningún problema en ese momento, respiraba bien, saturaba bien, y no tenía ningún signo de dificultad respiratoria. La pediatra le dijo a la madre que el niño no tenía nada, ni tos ni nada de nada. La madre denunció a la pediatra pq no le quiso hacer una radiografía donde según ella se habría visto el supuesto ataque de asma de 2 meses.
Mi reflexión es: Suponiendo que ese niño en realidad hubiese estado mal, era para decirle a la madre que la denunciábamos a servicios sociales por permitir que su hijo de 4 años tuviera un ataque de asma durante 2 meses. o no? Me parece aberrante que los nervios histéricos de algunas madres (sin motivo, claro, como en estos casos) deriven a demandas hacia personas que lo único que hacen es trabajar y procurar por el bien de esos pequeñajos...
Chao y sigue con el blog, me encanta!

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