Menudo título tan original he escogido para este post. Y es que cuando uno se levanta con la cabeza fresca...
Hace no mucho (por Navidades) un amigo me preguntó: ¿Tú eres de ese tipo de personas que hacen propósitos en el Año Nuevo? Como si se pudiese dividir a la población entre los que responden que "sí" y los que responden que "no".
He de reconocer que yo soy de los que "sí", y también los hago al comienzo de un nuevo curso. Así que aquí estamos de vuelta. Bienvenidos a los que os acabáis de incorporar y saludos para todos los que os asomáis a este rincón. Comienzo el curso tras unas merecidas vacaciones con mucha ilusión y muchos proyectos.
Es cierto que al poco de volver de vacaciones te "caen" unas cuantas guardias. Como si trataran de quitarle a uno de sopetón toda esa ilusión, pero conmigo no van a poder.
Algún día os contaré los mil métodos psicológicos que he ido utilizando durante mi existencia para enfrentarme a las guardias sin dolor. De hecho algún día escribiré algún libro que se podría titular algo así como Guardias hospitalarias, un camino hacia alguna parte.
Y una de las cosas que tiene el inicio del curso es el comienzo de las guarderías.
A pesar de unos cuantos años intentando convencer a los padres del mal de las guarderías, no lo he conseguido. Conozco padres que están dispuestos a tratar a su hijo lactante durante meses con dosis moderadas de corticoides inhalados, singulair, varios ciclos de corticoides orales; pero que no son capaces de sacar a su hijo de la guardería o de dejar de fumar. (Lo de dejar de fumar no viene ahora a cuento, pero ahí queda, por si hay más personas de esas que hacen propósitos al comienzo del curso...)
Y todos los años la misma historia. Aunque en general "todo el mundo es bueno", siempre aparece el padre desquiciado que te acusa de tu incapacidad para curar a su hijo del séptimo catarro. Y cuanto dejas entrever que tal vez si no llevara al niño a la guardería no se pondría enfermo con tanta frecuencia te miran con cara de desprecio, con un gesto que te acusa como pediatra incompetente, inútil y charlatán.
Lo digo porque ya ha empezado la temporada. Y ya he visto cómo los padres no se fían de que el origen de los males procede de la guardería. Aunque reconozco que yo también me sorprendo todos los años, y es que apenas han pasado dos días y ya algunos han cogido el maldito catarro.
Y es que estos virus, nuevos o viejos, siempre andan dando bastante guerra a los niños, a sus padres, y a los pediatras.
Aunque hoy un padre me ha explicado que no es la guardería, sino que su hijo suda mucho, y claro: ha cogido frío...
3 comentarios:
Hace unos años se publicó en Anales un trabajo del Servicio de Pediatría del Hospital Txagorritxu, analizando las consultas a urgencias durante una huelga de guarderías que hubo en la ciudad de septiembre a noviembre de 2004. Tuvieron casi un 35% menos de urgencias de niños menores de 3 años, sin afectarse las de los mayores de esa edad.
Pero también hay estudios que demuestran algunos descensos de infecciones si se aplican medidas higiénico-sanitarias. Si en las guarderías se acostumbraran a aplicar de manera continuada las medidas que se recomiendan para la gripe A, algo bueno podría sacarse de la neurosis colectiva provocada por susodicha gripe (mejor dicho, por sus “profetas”).
Qué alegría Guillermo verte de nuevo por aquí.
Y me alegra saber que sí que alguien ha estudiado -en cierto modo- el impacto de la guardería en la asistencia a urgencias. Así que ya me imagino lo que será en el centro de salud...
Hola Gonzalo, me ha hecho bastante gracia lo de los propositos de "año nuevo", a mi tambien me pasa y siempre los hago en vacaciones no en año nuevo. De hecho creo que cuando, durante las vacaciones, empiezo a pensar en propositos es sintoma que he empezado a desconectar del trabajo y me suele pasar al final de la segunda semana de vacaciones.
A ver si los consigo este año!!
Pedro Cobos
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