lunes, noviembre 15, 2010

Batiendo records

Ahora que acabo de escribir el título me ha entrado una duda: ¿será records o récords? ¿O tal vez recordes?
Ya el otro día, en casa de mis padres, hablamos sobre la palabra "clic". Una de las cosas buenas que tiene escribir un blog es que te obliga a intentar hacerlo con corrección. Y por eso con alguna frecuencia acudo al Diccionario de la Lengua Española cuando me surge alguna duda. Y es por eso que el otro día busqué la palabra "clic" y vi que ésa era la forma correcta de escribirla, y no "clik" ni "click", como podría pensarse.
El caso es que divagamos sobre el plural de "clic". ¿Sería clices? ¿Clics? ¿Clix?
Lo que no sé es dónde se encuentra el plural correcto de las palabras. Porque cuando escribes un verbo sí que existe la opción de "conjugar", en cambio con los sustantivos no veo nada parecido.
Pero como os podéis imaginar no es propio de un blog de un pediatra iniciar una entrada para hablar del plural de "récord". Así que al grano:
Hace tiempo (y ya, aunque me duela debería empezar a escribir "mucho tiempo") me pusieron una reclamación que ocupaba tres folios. De hecho ya hablé alguna vez de ella. Y me pareció una exageración eso de tres folios para quejarse (debe ser algo de estar muy enfadado).
Pues bien, el otro día recibí una de catorce folios... Tampoco tengo que echarme yo todas las flores, porque yo salgo de pasada en la reclamación. O sea, que no era directamente contra mí, pero he de reconocer que no salgo bien parado. Y fue por un ingreso de veinticuatro horas.
Así de primeras veinticuatro horas-catorce folios parece un binomio desproporcionado. Pero lo es aún más cuando no ocurrió nada digno de tan ingente cantidad de texto (de verdad, no es por escusarme).
Yo reconozco mi culpa, porque algo de razón tiene.
Debo mucho a la atención primaria. Y una de las cosas que le debo es que en su día fui caldo de cultivo para que los padres reclamaran con cierta asiduidad. Las primeras veces dolía, pero después haces callo y sabes sacar lo bueno que tienen. Soy de los que piensan que cuando alguien escribe una reclamación es que se le ha dado pie a ello. Y por eso deben leerse y servir de ayuda para cambiar todo aquello que se haya hecho de forma errónea.
Pero de ahí a catorce folios...
Lo más triste me parece que quien la puso fue un sanitario, y no fue capaz de decirme a la cara que estaba disgustado. Ni siquiera intuí que pudiera estar enojado de tal guisa.
Yo, aunque respeto y trato de aceptar las reclamaciones, soy más de hablar cara a cara, mirando a los ojos. Porque muchas veces el lenguaje suaviza lo que en tinta prende fuego. Y además "hablando se entiende la gente" ¿no?
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