Querido agente 93/80452:
Mira, no te lo tomes a mal, pero yo cuando firmo un informe, aparte de mi número de colegiado, escribo mi nombre completo. Me encantaría dirigirme a ti por tu nombre de pila, pero no puedo, porque en la triste multa que me has puesto sólo consta como referencia, así, fríamente, tu número de agente: 93/80452.
Como probablemente desconozcas las causas que te han llevado a ponerme esta multa sólo quería escribirte para que las supieras. Tal vez algún día se te ocurre escribir en google tu número de agente, y tal vez encuentres esta página. Así podrás leerme e incluso, si te place, contestarme.
Era una fría tarde de enero. Había decidido ir con mi mujer y mis tres hijos a visitar el Árbol de los Deseos del Parque del Retiro. Después de aparcar miré en mi cartera, y sólo tenía monedas de 1 y de 2 euros. Eché un par de monedas de un euro en el "atracador automático", pero por un extraño motivo, que desconozco, estas máquinas no son capaces de dar cambio, así que me conformé con echar un euro.
Tuvimos que esperar unas dos horas de cola para poder entrar en el Árbol de los Deseos. A la entrada te daban un globo en el que con un rotulador escribías tu deseo.
No fue lo que se dice un plan espectacular, pues esperar dos horas para pintar un globo y soltarlo no es algo especialmente apasionante. Pero estando en familia no importa, porque siempre se pasa bien.
Volvimos camino del coche comentando nuestros deseos.
Querido agente 93/80452, tal vez no te interese saberlo, pero tu multa no ha sido inútil, me ha servido para descubrir algo: que aquel Árbol de los Deseos es falso. Como vi que se había hecho tarde me limité a escribir mi deseo: "que no me pongan multa, pues se me ha pasado el ticket de la hora".
La multa la pagaré con gusto, pero voy a escribir a Gallardón pidiéndole que me devuelva mi parte de impuestos dedicados a comprar aquel árbol. Un árbol muy original, pero falso.
1 comentario:
Querido Gonzalo:
Acabo de hacer el mir y mi vocacion siempre fue la pediatria,este año cogere una plaza si Dios quiere.Antes que nada deseo agradecer que compartas todos tus pensamientos, y decirte que te admiro por seguir al pie del cañon dia a dia dando siempre lo maximo de tí en tu profesion.
Agradezco de todo corazon t sinceridad, pero me ha dado un poco de miedo enfrentarme a la pediatria , me pregunto:¿Sere demasiado sensible para ser pediatra?...Por otra parte,¡Se siente uno tan mal cuando no se ve valorado a pesar de su esfuerzo...! Parece que ahora existe el deporte nacional de algunos padres de meterse con el pediatra de sus hijos...
Si,Gonzalo, los médicos te comprendemos...lo cierto esque la gente no sabe que de una gastroenteritis,no se muere solo por deshidratacion,sino por ejemplo de una miocarditis como en el caso de aquel pobre niño que cometas en otra entrada.
Lo que opino es que, al igual que,desgraciadamente, no podemos acabar con la guerra o la pederastia, o el publico apedreamiento de una mujer por besar aotro hombe que no es su marido, tampoco podemos ganar siempre los medicos la batalla contra el enemigo mas podereso que existe y al que siempre nos enfrentamos (y que en el caso de los niños es antinatura,claro),como lo es la muerte.
¡Tengo tanto miedo Gonzalo...!Se debaten en mi interior mi gran amor por los mas pequeños y mi deseo de cuidarlos todo lo posible...y el terror de sufrir demasiado por ellos, por mis fallos de humana, por la poca estimacion de mi trabajo futuro por los padres de tan lindas criaturas!!!
Gonzalo, te pediaria un gran favor, si me lo concedieras te estaria tan agradecida...se trata de que me cuentes alguna cosa buena de la pediatria, algo que me haga rreconciliarme con aquel sentimiento , que siendo estudiante de quinto, inundo mi alma y mi ser cuando veia a un pequeñin que me sonreia o que se ponia bueno?Naturalmente no es lo msmo ser estudiante que medico con responsabilidad sobre el crio...
Bueno, no me extiendo más,denuevo muchas gracias por compartir esta pequeña gran parcela de tu vida.
Admirandote y afectuosamente,
Lili
Lilitzuri@yahoo.com
Publicar un comentario